martes, 20 de octubre de 2009

Cuestiones:

1.Busca información sobre el meteorito Tunguska, que en 1908 cayó sobre Siberia.
2.Busca alguna imagen e insértala sobre el impacto de un meteorito sobre la tierra.
3.Cuantos meteoritos son una amenaza seria en los próximos años, aparte de los que se habla en el vídeo. ¿En qué fecha es probable su colisión?
4.¿Disponemos de mecanismos para evitar la colisión de estos meteoritos?¿Cuáles son?

1.
El evento de Tunguska fue una explosión aérea de muy alta potencia ocurrida sobre las proximidades del río Podkamennaya Tunguska (Evenkia, Siberia, Rusia) el día 30 de junio de 1908. La detonación, similar a la de un arma termonuclear de elevada potencia, ha sido atribuida a un objeto celeste. El objeto se desintegró y sus fragmentos no han sido recuperados. Al no alcanzar la superficie, no se produjo cráter.

El bólido —de unos 80 metros de diámetro y probablemente rocoso— detonó en el aire debido a las poderosos desequilibrios térmicos producidos por la entrada en la atmósfera terrestre. La explosión fue detectada por numerosas estaciones sismográficas y hasta por una estación barográfica en el Reino Unido debido a las fluctuaciones en la presión atmosférica que produjo. Incendió y derribó árboles en un área de 2.150 km², rompiendo ventanas y haciendo caer a la gente al suelo a 400 Km. de distancia. Durante varios días, las noches eran tan brillantes en partes de Rusia y Europa que se podía leer sin luz artificial. En los Estados Unidos, los observatorios del Monte Wilson y el Astrofísico del Smithsonian observaron una reducción en la transparencia atmosférica de varios meses de duración, en lo que se considera el primer indicio de efecto invernadero asociado a explosiones de alta potencia.
De repente, en el cielo apareció una enorme bola de fuego que tras explotar, se convirtió en un torbellino apocalíptico que destruyó todo lo que se interpuso a su paso. La hecatombe estuvo acompañada de un ruido ensordecedor que hizo temblar la tierra, cuentan las declaraciones de habitantes de Vanavara, una población de cazadores cercana al lugar donde ocurrió el extraño fenómeno.
2.
3. En la inmensidad del espacio se han detectado cerca de 450.000 objetos celestes amenazadores para la Tierra, de los cuales unos 6.000 son potencialmente peligrosos y de estos hay unos 1.050 que tienen más de un kilómetro de diámetro, de manera que de colisionar serían muy destructivos.
Se trata de cometas, asteroides y meteoritos contra los cuales actualmente no tenemos protección alguna.
Tenemos alarmantes noticias de asteroides que amenazan a la Tierra. El más reciente al momento, un asteroide de unos 2 km de diámetro que se ha detectado en camino directo hacia nuestro planeta, donde impactaría el 1 de febrero del año 2019, si se confirman los cálculos actuales de trayectoria. Otro asteroide famoso es el caso del Apophis.

¿En que fecha es probable la colisión de Apophis?

Es un asteroide de unos 300 metros y no sabemos aún si será un peligro para la Tierra pero, de serlo no debemos preocuparnos hasta el 2029. Se llama Apophis y pasará a 38 mil kilómetros, pero si variara su órbita, siete años más tarde en el 2036 sí podría remotamente colisionar. Los expertos ya barajan soluciones.
Abril de 2029, una enorme roca espacial de unos 300 metros de longitud, y bautizado con el nombre de Apofis, pasará muy cerca de la Tierra y según los científicos no chocará contra ella, lo que desconocemos es qué pasará después.

4. "Por ejemplo, nuestra misión Don Quijote(Preparan un programa espacial para desviar un asteroide que podría impactar en la Tierra).La NASA se está centrando en la detección de los meteoritos pero nadie aporta soluciones".
Y es que las formas de abordar un 'ataque' de un meteorito son múltiples y variadas. La Misión Don Quijote, la solución considerada por ahora como la más viable por los expertos internacionales, propone el envío de dos sondas, una para impactar contra el asteroide y otra para calcular si se ha conseguido desviar su trayectoria.
Otras de las propuestas aportadas son acercar una sonda al asteroide peligroso para intentar mover su eje gravitatorio y que desvíe su trayectoria o enviar velas solares al espacio para ocultar el sol del objeto de manera que no le llegue el empuje del viento solar y se modifique su rumbo.
El problema es que a pesar de que se compruebe que alguna de estas soluciones funciona, hay que detectar los asteroides con años de antelación para poder intentar a tiempo destruirlos o desviarlos.